HALLEY
Para aquellos jóvenes que no vimos el cometa Halley, pero que probablemente algunos lo vuelvan a ver; Les recomiendo un libro de un dominicano Puerto Plateño, Carlos Acevedo, quien cuenta su experiencia, su anécdota, cuando vio el paso del cometa Halley el 11 de abril de 1986.
A pesar de que no es un libro muy elaborado, humildemente nos cuenta como fue visto el cometa en aquel tiempo y nos cuenta para aquellos como yo, que esperamos ver algo tan magnífico, como es un cometa en su paso por la tierra luego, de un largo viaje por años luz.
Pues, el autor da muchos datos precisos sobre este perihelio, el cual se espera cada 76 años su paso por la tierra, probablemente para el 2061, que sería su visita número 31 a la tierra, ya que Edmundo Halley, no se equivocó en sus estudios matemáticos al obtener con más precisión la órbita del mismo que lleva su nombre.
Se hace muy interesante leer su anécdota,ya que nos abre la mente hacia ese universo desconocido y que muchos tuvieron el privilegio de observar el cometa y su destellante luz, que no es más que una composición de cianuro C2 N2,ósea, restos que quedaron en la formación del sistema solar, de 100 mil millones de años y que viajan por millones de años, aunque el cianuro es tóxico la distancia de su cola en ese momento sólo era de unos 23 millones a su paso, por lo enorme que se veía parecía cerca, pero no llegaba tanta cantidad del químico como para hacer daño, era como una masa de hielo en forma de nube, gas luminoso, hecho polvo.
Fue tal la experiencia, que el autor cuenta como esté cometa fue el causante de muchos males para la sociedad, ya que la gente culpaba todo lo que pasaba en nuestro país, debido al paso del cometa; Fue un fenómeno que parecía el fin del mundo y como un mal presagio para la sociedad.
Un ejemplo fue la famosa estrella de Belén, de la que surgen teorías, siendo la más aceptada por la gente, la que iluminó a los magos para llegar al nacimiento de Jesús, sin embargo, se creé que haya sido justamente un cometa en su paso, según Kepler.
De aquí al 2061 faltarían unos 50 años para yo ver algo tan magnifico, espero en Dios seguir descubriendo sino con el estudio, los avances del mismo o que Dios me de vida para verlo con mis propios ojos…
¡Ojala!
By Alejandra Brioso
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